Indemnizan 211.000 € por no tratar un infarto provocando la muerte del paciente
La negligencia médica en casos de infarto ocurre cuando no se diagnostica o trata de forma inmediata, aumentando el riesgo de daños irreversibles en el corazón o incluso la muerte. En este caso el electrocardiograma mostraba signos claros de infarto que los médicos interpretaron como un cuadro de ansiedad, provocando la muerte del paciente por falta de atención médica. Por ello, el Servicio Andaluz de Salud ha indemnizado con 211.000 euros a la familia del paciente fallecido.
Negligencia en el diagnóstico: infarto tratado como ansiedad
El paciente, tras experimentar dolor en el pecho, acudió a las urgencias del centro de salud donde le realizaron un electrocardiograma. Aunque el ECG indicaba un infarto de miocardio, los médicos no interpretaron adecuadamente el resultado. Como consecuencia, fue dado de alta con el diagnóstico erróneo de "ansiedad". Este error fue descrito por el letrado José Miguel Castillo-Calvín como una negligencia grave: "El hallazgo del infarto pasó injustificable y negligentemente desapercibido para el personal sanitario, y no se dio el tratamiento urgente e indispensable que en estos casos se requiere".
Al regresar a su hogar, el enfermo revisó el electrocardiograma entregado por los médicos y notó que en el documento figuraba el diagnóstico de infarto de miocardio. Sin embargo, su familia, confiando en la valoración médica de urgencias, no sospechó del error. Minutos después, sufrió un paro cardiorrespiratorio y falleció, a pesar de los esfuerzos del equipo del 061 para reanimarlo.
Incorrecta interpretación del electrocardiograma
Este caso resalta la crucial importancia de un diagnóstico adecuado en situaciones de emergencia médica, especialmente cuando se sospecha un infarto de miocardio. El electrocardiograma es una de las pruebas más importantes y rápidas para detectar esta condición, ya que permite identificar alteraciones eléctricas en el corazón que pueden ser indicativas de un infarto inminente o en curso.
Un infarto de miocardio es una situación de extrema urgencia que requiere un tratamiento inmediato, como la administración de fármacos trombolíticos, angioplastias o la intervención quirúrgica. El tiempo es esencial: los primeros minutos tras la aparición de los síntomas son clave para salvar la vida del paciente y reducir el daño al corazón. No interpretar correctamente el electrocardiograma puede llevar a una toma de decisiones fatal, como ocurrió en este caso.
Errores de diagnóstico como este ponen en riesgo la vida del paciente, dado que el tratamiento inadecuado de un infarto puede derivar en complicaciones graves, incluido el fallecimiento. El electrocardiograma es una herramienta que requiere una lectura y análisis cuidadoso por parte del personal médico para que cualquier indicio de infarto sea tratado con la urgencia y precisión que requiere.
Responsabilidad e indemnización
El SAS ha reconocido el error en su resolución oficial, señalando que hubo una "pérdida de oportunidad de supervivencia del paciente al no haberse aplicado las medidas de precaución y tratamiento conforme al protocolo médico ante un infarto de miocardio". La indemnización de 211.000 euros a la familia del fallecido refleja el reconocimiento de la negligencia médica en este caso.
Si se hubiera actuado según el protocolo ante la lectura del electrocardiograma, el paciente habría tenido una mayor oportunidad de supervivencia. El error no solo fue el diagnóstico erróneo de ansiedad, sino la omisión de medidas preventivas cruciales que podrían haber salvado su vida.
La familia, representada por Castillo-Calvín Abogados, ha decidido no recurrir la compensación, al considerar justa la respuesta de la administración, aunque el trágico desenlace no tiene vuelta atrás.
Reflexión sobre la importancia del diagnóstico adecuado en urgencias
Este caso evidencia la importancia de que los profesionales de la salud presten la máxima atención a la interpretación de pruebas diagnósticas esenciales como el electrocardiograma. La correcta lectura de un ECG puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte en pacientes que presentan síntomas compatibles con un infarto.
La negligencia médica, en este caso, se manifestó en la falta de diligencia en el análisis del electrocardiograma y en la posterior decisión de dar el alta al paciente sin realizar un estudio exhaustivo de los resultados. José Miguel Castillo-Calvín, abogado defensor de la familia, destacó la gravedad de este error y cómo la falta de una respuesta médica adecuada privó al enfermo de una oportunidad de supervivencia.
En casos de negligencia médica, los tribunales deben evaluar si la actuación del profesional de la salud fue diligente o si, por el contrario, la negligencia privó al paciente de la oportunidad de recibir el tratamiento cardiológico adecuado en el momento oportuno.
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