Condenan a pagar 300.000 € a una madre y su hija con parálisis por sufrimiento fetal

negligencia médica: parálisis por sufrimiento fetal
negligencia médica: parálisis por sufrimiento fetal

La negligencia médica en casos de sufrimiento fetal ocurre cuando no se detectan a tiempo señales de alarma durante el embarazo o el parto, lo que puede provocar daños graves o permanentes en el bebé. En este caso ocurrido en un hospital de Jaén, el Tribunal condena a la sanidad pública a indemnizar con más de 300.000 euros a una madre y a su hija que sufrió daños cerebrales severos debido a un sufrimiento fetal agudo durante el parto. La sentencia destaca la importancia del consentimiento informado y la necesidad de una comunicación clara entre médico y paciente.

Sufrimiento fetal y falta de comunicación en el parto

La madre acudió al hospital para dar a luz, y durante 72 horas, los médicos intentaron inducir el parto vía vaginal, con el objetivo de evitar una cesárea. Sin embargo, durante este prolongado proceso, el bebé sufrió un sufrimiento fetal agudo, y la madre experimentó la rotura de la matriz, que derivó en una histerectomía total. Este procedimiento quirúrgico provocó que la madre quedara estéril, afectándola con una minusvalía del 33%.

La falta de información durante el parto se convierte en el punto central de este caso. Según el TSJA, quedó acreditado que ni la parturienta ni su familia fueron informados sobre la situación, las opciones de intervención (cesárea o parto vaginal inducido), ni los riesgos asociados a cada alternativa. Este defecto de información, imputable a la Administración, fue considerado un daño moral grave, susceptible de indemnización tanto para la madre como para la hija, quien sufre ahora una parálisis cerebral con tetraparesia y una minusvalía del 67%.

Importancia del consentimiento informado

Este caso destaca la relevancia del consentimiento informado, una responsabilidad del médico de comunicar, tanto verbalmente como por escrito, el procedimiento a seguir, las alternativas disponibles y los riesgos asociados. Según la abogada de la familia, Esther Jiménez Moragas, del despacho Castillo-Calvín, “el consentimiento informado debe estar firmado en todas sus páginas para asegurar que el paciente o su familia comprenden plenamente las decisiones que se están tomando”.

El consentimiento informado es crucial en cualquier procedimiento médico, pero adquiere una importancia aún mayor en situaciones críticas como el parto, donde los riesgos pueden afectar tanto a la madre como al bebé. La falta de un consentimiento informado en el parto no solo constituye una violación de los derechos del paciente, sino también una forma más de negligencia médica.

Consecuencias de la negligencia médica

La falta de una adecuada información desencadenaron graves daños físicos y morales para la madre y la hija. Los efectos de la negligencia fueron devastadores:

  1. Daños en la recién nacida: El sufrimiento fetal agudo provocó que la bebé sufriera daños cerebrales irreversibles, resultando en tetraparesia y parálisis cerebral de forma cuadripléjica, con un 67% de minusvalía. Este tipo de daño requiere de cuidados intensivos y especializados de por vida, afectando no solo su desarrollo, sino también el de su entorno familiar.

  2. Consecuencias para la madre: La madre sufrió una rotura uterina que derivó en una histerectomía total, lo que le causó una esterilidad permanente y un grado de minusvalía del 33%. Además de la pérdida de fertilidad, se enfrenta a secuelas físicas y psicológicas derivadas de este proceso traumático.

  3. Daño moral: El TSJA consideró que la falta de información imputable al SAS representa un daño moral grave, pues la madre no tuvo la posibilidad de decidir informadamente sobre lo que era más adecuado para el nacimiento. Este daño moral, junto con los daños físicos, se ha convertido en el fundamento de la indemnización.

Recurso de casación

Aunque el TSJA ha condenado al SAS a pagar más de 300.000 euros, el caso aún no está cerrado. Tanto el SAS como la abogada de la familia han anunciado que recurrirán la sentencia ante el Tribunal Supremo. La familia sostiene que la indemnización solo contempla el daño moral, sin incluir los daños físicos y materiales ocasionados. Esther Jiménez Moragas, abogada de la familia especialista en negligencias médicas, argumenta que, de las dos opciones posibles (cesárea o parto inducido), los médicos eligieron la que presentaba mayores riesgos, pues la inducción al parto vaginal es la opción menos recomendada en casos de riesgo de sufrimiento fetal, mientras que la cesárea puede ser una alternativa más segura en situaciones críticas. La letrada sostiene que si la familia hubiera sido informada de estas alternativas, podrían haber optado por la cesárea desde el principio, evitando el daño severo por la niña.

La relevancia de proporcionar información médica adecuada

La sentencia contra el SAS por este caso de negligencia médica destaca la importancia crucial de la comunicación y el consentimiento informado en el ámbito sanitario. En situaciones de alto riesgo, como el parto, es esencial que las decisiones se basen en una comprensión clara de los riesgos y beneficios de cada opción. El consentimiento informado no es simplemente un documento que el paciente firma, sino una garantía de que el paciente, o su familia, puede tomar decisiones conscientes y alineadas con sus propios intereses y valores.

Es fundamental que los pacientes y sus familias participen activamente en el proceso de toma de decisiones sobre su salud, especialmente en situaciones que pueden poner en riesgo la vida o la integridad física. Casos como este subrayan la necesidad de fortalecer la formación médica en ética y comunicación, así como de implementar protocolos estrictos que aseguren el derecho de los pacientes a recibir una información adecuada.

negligencia médica: parálisis por sufrimiento fetal
negligencia médica: parálisis por sufrimiento fetal

En casos de negligencias médicas, los tribunales deben evaluar si el profesional de la salud actuó con la debida diligencia o si, por el contrario, su falta de actuación privó a la madre o al bebé de recibir la atención ginecológica oportuna y adecuada durante el embarazo, el parto o ante situaciones de sufrimiento fetal.

Contar con la asesoría de un abogado especializado puede marcar una diferencia significativa en el resultado del caso. La complejidad de los procedimientos legales y la naturaleza técnica de la medicina requieren que las víctimas tengan el respaldo de un profesional experimentado que conozca los entresijos de la ley y la práctica médica. Un abogado experto en negligencias médicas puede ayudar a las víctimas en el complicado terreno legal, asegurando que se sigan todos los pasos necesarios para presentar una reclamación efectiva.

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