Negligencia médica: confunden un melanoma maligno con un quiste sebáceo
La negligencia médica por error en el diagnóstico de cáncer ocurre cuando se identifica incorrectamente o se retrasa su detección, reduciendo las opciones de tratamiento y afectando gravemente el pronóstico del paciente. En este caso un melanoma maligno fue confundido con un quiste sebáceo lo que provocó la muerte del enfermo. Esta confusión y la falta de un seguimiento adecuado del caso provocaron que la enfermedad progresara hasta un estado metastásico avanzado, lo que finalmente causó la muerte del paciente. Por esta razón, la Administración sanitaria a la familia del fallecido con 114.691,11 euros.
Confusión de diagnóstico
El origen del error radica en que, durante una intervención quirúrgica, los médicos extirparon el melanoma creyendo que se trataba de un quiste sebáceo y, de forma negligente, no enviaron la muestra para un análisis histopatológico. Esta acción, que incumple los protocolos médicos básicos, fue un fallo determinante en la evolución del caso. Posteriormente, cuando el paciente comenzó a mostrar nuevas lesiones, estas también fueron erróneamente interpretadas como una recidiva del quiste sebáceo.
El paciente fue sometido a cinco intervenciones quirúrgicas adicionales, pero no fue hasta que se realizó un estudio anatomopatológico que se diagnosticó correctamente un melanoma nodular de nivel IV. Para ese momento, el melanoma ya se había diseminado a los pulmones, pleura, hígado y bazo, afectando gravemente la salud del paciente y limitando de manera drástica sus posibilidades de tratamiento y recuperación.
Importancia del diagnóstico precoz del cáncer
El diagnóstico precoz es fundamental en el tratamiento del melanoma y de muchas otras enfermedades oncológicas. Los melanomas, en sus primeras etapas, suelen ser tratados con éxito mediante la extirpación quirúrgica y seguimiento adecuado. Sin embargo, cuando se diagnostican de forma tardía, el melanoma tiene un alto riesgo de desarrollar metástasis y extenderse a otros órganos, como ocurrió en este caso. Esta rápida progresión convierte a un cáncer que puede ser manejable en una enfermedad letal.
La identificación temprana del melanoma y la intervención oportuna podrían haber evitado, o al menos retrasado significativamente, el desenlace fatal del paciente. Castillo-Calvín, abogados de la viuda y el hijo, señaló que si el diagnóstico hubiera sido diligente desde el principio y acorde con la gravedad de los síntomas, las opciones de tratamiento habrían sido mucho más favorables. En lugar de ello, el retraso diagnóstico condenó al paciente a una lucha perdida, limitando drásticamente sus posibilidades de supervivencia.
El diagnóstico precoz no solo mejora las tasas de supervivencia, sino que también reduce la necesidad de procedimientos quirúrgicos complejos y tratamientos agresivos que son necesarios en etapas avanzadas. En este caso, si el melanoma hubiera sido identificado cuando aún estaba limitado a la piel, las posibilidades de evitar la diseminación metastásica a órganos vitales como los pulmones o el hígado habrían sido mucho mayores. Este retraso privó al paciente de un tratamiento más efectivo y menos invasivo.
Negligencia prolongada: Seis años sin un diagnóstico adecuado
El hospital tuvo la oportunidad de diagnosticar correctamente la enfermedad durante seis años, tiempo en el que el paciente presentó lesiones dermatológicas persistentes. Durante esos seis años, la falta de análisis y estudios adicionales permitió que el melanoma progresara hasta llegar a un estado de metástasis avanzado. Este período prolongado de negligencia constituyó una violación del deber de diligencia por parte del hospital, ya que no investigaron adecuadamente la naturaleza de las lesiones ni actuaron con la celeridad que requería la gravedad de los síntomas.
Sentencia y aplicación del baremo de tráfico
El Juzgado determinó que la negligencia del hospital fue determinante en el desenlace fatal del paciente. La sentencia reconoce la gravedad del error cometido y por ello indemniza a la viuda y al hijo del fallecido con 114.691,11 euros, cantidad calculada conforme al baremo de tráfico, que establece criterios claros y objetivos para valorar los daños personales.
En casos de negligencias médicas oncológicas, los tribunales deben evaluar si el profesional de la salud actuó con la debida diligencia o si, por el contrario, su falta de actuación privó al paciente del derecho a recibir la atención oportuna y adecuada.
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