El SAS indemniza con 30.000 euros por un defecto de información
La resolución considera que no existió control por parte del médico de familia, al no comunicar que padecía durante varios años una hiperglucemia de la que no fue tratado. Reconoce así la negligencia médica con un paciente al que no dieron tratamiento alguno para su hiperglucemia. Ello le provocó secuelas incapacitantes derivadas de la diabetes. El SAS considera que “no existió control del paciente por atención primaria ni se reflejó en la historia de salud control alguno relacionado con cuadro de diabetes”. La entidad gestora concede una indemnización de 30.000 euros por los daños y perjuicios causados.
Según se desprende de la reclamación presentada por el bufete Castillo-Calvín Abogados, el paciente, en 2009, acudió a Urgencias en el contexto de una depresión. Recibió asistencia psiquiátrica y se le realizó una analítica. Horas más tarde recibió el alta. En el informe que se le entregó se hizo constar: “hemograma, BQ y coagulación normales”. En 2012, acudió a Urgencias del mismo centro por parestesias en ambos pies y manos con un mes de evolución. Tras varias pruebas, el diagnóstico fue: “Polineuropatía mixta de predominio sensitivo y axonal en probable relación con diabetes mellitus”.
En 2013, le dieron cita con el Servicio de Medicina Interna para revisión. Durante la anamnesis el médico comprobó a través del sistema informático, que en 2009 se hizo una analítica que reflejaba una glucemia de 300 mg/dl. Se repitió hora más tarde con un resultado también patológico y sin respuesta terapéutica alguna, según constaba en la historia clínica.
El enfermo siguió con su vida normal ante el desconocimiento de la hiperglucemia que padecía, con un descontrol metabólico mantenido a lo largo de los años sin tratamiento alguno. Esto agravó su estado de salud, al impedirle recibir la atención y cuidados que su enfermedad requería.
Diabetes de larga duración
Como señala Diario Médico, el SAS acepta parte de los argumentos de Castillo-Calvín al señalar que la polineuropatía presentada por el paciente constituye uno de los cuadros más complicados y graves que se suceden, tras el padecimiento de una diabetes de larga duración con pobre control de los niveles de glucemia (…). Estas anomalías neurológicas aparecen ordinariamente tras una larga evolución de un trastorno metabólico no bien controlado, por lo que es bien factible que existiera desde años antes sin ser detectado”.
Por tanto, existió mala praxis médica al “no informar el facultativo al paciente y su familia de la diabetes que padecía”.