Indemnización de 39.238 € por retraso negligente en el diagnóstico de torsión testicular
Retraso en el diagnóstico de torsión testicular
Los hechos se originan cuando un joven acudió a un hospital de Málaga al presentar fuertes dolores en el testículo izquierdo. Sin embargo, a pesar de los síntomas, no se le realizó una prueba ecográfica que hubiera permitido comprobar la existencia de la torsión que padecía. Esta falta de diligencia provocó una importante disminución del riego sanguíneo y, finalmente, la pérdida del órgano.
El joven fue inicialmente diagnosticado con epididimitis y posteriormente con orquitis, pero ninguno de estos diagnósticos fue confirmado mediante pruebas diagnósticas complementarias, como un hemograma o análisis de orina. El informe del SAS reconoce que estos diagnósticos no se apoyaron en datos clínicos concluyentes, ya que la exploración física presentaba signos contradictorios. Sin embargo, factores como la edad del paciente, la forma de aparición del dolor y la ausencia de signos inflamatorios eran altamente indicativos de una torsión testicular, que debería haber sido la primera sospecha médica.
De esta manera, se omitieron medidas diagnósticas fundamentales. Una simple ecografía o análisis de sangre y orina habrían permitido un diagnóstico correcto y habrían evitado la pérdida irreversible del testículo. Este error tuvo un impacto psicológico y académico significativo para el joven, lo que agrava las consecuencias de la negligencia.
Reconocimiento de la negligencia
Tras interponer la correspondiente reclamación a la Administración sanitaria, ésta ha reconocido que la actuación prestada al joven fue negligente pues existió un retraso diagnóstico. Admite que el joven perdió definitivamente el testículo al no realizarle a tiempo las pruebas necesarias para verificar la existencia de la torsión testicular. Por ello, en su Resolución, el SAS asume indemnizar al paciente en la cantidad de 39.238 €, dando así la razón a los argumentos expuestos por el despacho Castillo-Calvín Abogados.
Considera la Administración sanitaria que “analizando el proceso asistencial se detecta un retraso diagnóstico de torsión testicular. Esto dio lugar a la orquiectomía, por lo que existe relación de causalidad entre la asistencia sanitaria con el resultado final que se reclama”. “Se echa en falta la realización de pruebas diagnósticas complementarias o diagnóstico diferencial entre orquiepididimitis y torsión testicular, en las asistencias verificadas al inicio del proceso. En la segunda asistencia realizada en el hospital Virgen de la Victoria de Málaga, habiendo transcurrido seis horas de inicio del proceso, la probabilidad de recuperación completa es del 70%”.
El SAS señala expresamente que “en el caso que nos ocupa, en las asistencias verificadas se observan datos contradictorios en la exploración. Otros datos como la edad del paciente, la forma de presentarse el dolor, así como la ausencia de signos inflamatorios de inicio son sugerentes de torsión. Por otra parte, el diagnóstico primero de epididimitis y posteriormente de orquitis no se ve confirmado por prueba complementaria.”
Por ello, se desprende que no se pusieron al alcance del paciente los medios que, según el estado de los conocimientos de la ciencia y de la técnica existentes en ese momento, hubieran podido evitar que el joven perdiera el testículo afectado.
Pérdida del testículo y otras secuelas
La pérdida de un testículo a una edad tan temprana no solo tiene consecuencias físicas, sino también un importante impacto psicológico y emocional. Además del dolor físico, el joven ha enfrentado secuelas psicológicas que afectaron su vida personal y su rendimiento académico. La negligencia médica y el desenlace sufrido dejaron una huella profunda en su bienestar general. Estas consecuencias, que podrían haberse evitado con un diagnóstico y tratamiento adecuados, reflejan la gravedad de la negligencia.
Reflexión sobre la importancia de la atención inmediata en torsión testicular
Este caso subraya la importancia crítica de la rápida actuación médica en casos de torsión testicular. El tiempo es un factor decisivo, ya que las primeras seis horas tras el inicio de los síntomas son clave para salvar el testículo afectado. La omisión de pruebas diagnósticas básicas y la falta de seguimiento de los protocolos establecidos son errores que pueden tener consecuencias devastadoras para los pacientes.
La indemnización de 39.238 euros refleja la gravedad de la negligencia médica en este caso, aunque no puede compensar por completo las secuelas físicas y emocionales que sufre el paciente. Este fallo resalta la responsabilidad médica y la necesidad de que los profesionales sanitarios actúen con diligencia en emergencias quirúrgicas para evitar daños irreversibles.
La negligencia médica por retraso en el diagnóstico de torsión testicular ocurre cuando no se identifica a tiempo esta emergencia urológica, lo que puede causar la pérdida irreversible del testículo y graves consecuencias para la salud del paciente. Así sucedió en un hospital de Málaga y por esta razón la Administración ha reconocido al joven paciente su derecho a ser indemnizado en la cantidad de 39.238 euros.
¿Necesita un abogado para reclamar por una torsión no diagnosticada?
La torsión testicular y la torsión ovárica son emergencias médicas que exigen una respuesta rápida y precisa. La negligencia médica en estos casos puede llevar a consecuencias graves e irreversibles para el paciente, incluyendo la pérdida del órgano afectado y la disminución de la fertilidad. Los derechos de los pacientes les permiten exigir una compensación si se demuestra que el daño fue resultado de una actuación negligente por parte del personal de salud.
Contar con la asesoría de un abogado especializado en negligencias médicas puede marcar una diferencia significativa en la obtención de una indemnización justa y adecuada. A su vez, el cumplimiento de medidas preventivas en los centros de salud es clave para garantizar que los pacientes reciban la atención oportuna que necesitan en estos casos.
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