Indemnizan con 49.000 € por no diagnosticar una torsión testicular

negligencia por no diagnosticar torsión testicular
negligencia por no diagnosticar torsión testicular

La importancia de un diagnóstico precoz en caso de torsión testicular

En el tratamiento de la torsión testicular el factor tiempo es fundamental para conseguir salvar la función del testículo. La necrosis testicular comienza a ser irreversible a partir de las primeras seis horas. Por ello, el síndrome escrotal agudo es una urgencia urológica, considerado como una emergencia quirúrgica, pues la torsión del testículo lleva aparejada la interrupción de la circulación y, por tanto, la producción de una isquemia y necrosis, con la consiguiente pérdida irreversible del órgano. De esta manera, el pronóstico depende en gran medida del tiempo transcurrido desde el inicio de los síntomas hasta la intervención médica. La ventana de tiempo crítica para realizar una cirugía que permite salvar el testículo es de aproximadamente seis horas desde el inicio de los síntomas. Después de ese periodo, el riesgo de daño irreversible al testículo aumenta exponencialmente, debido a la falta prolongada de riego sanguíneo.

En este caso, según se expuso en el juicio, cuando el menor fue llevado a Urgencias, ya presentaba una sintomatología compatible con el síndrome escrotal agudo, como dolor intenso y súbito en la zona escrotal, hinchazón y enrojecimiento. Sin embargo, la atención médica no fue la adecuada, ya que no se realizaron las pruebas necesarias que permiten evaluar el flujo sanguíneo en el testículo afectado.

Falta de diagnóstico y tratamiento oportuno

Las guías clínicas y los protocolos médicos establecen que ante cualquier sospecha de torsión, los médicos deben proceder inmediatamente a realizar pruebas diagnósticas específicas, como la ecografía Doppler, prueba clave para confirmar o descartar una torsión testicular de forma rápida y precisa; y, en caso de duda, intervenir quirúrgicamente para evitar la necrosis del testículo.

El tribunal consideró probado que en este caso la atención médica prestada al menor fue incorrecta en todo momento, pues a pesar de los síntomas claros que indicaban la posibilidad de una torsión testicular, el equipo médico no actuó con la rapidez necesaria para garantizar el éxito del tratamiento y evitar las secuelas. Los informes periciales aportados al procedimiento acreditan que en las distintas fases de la asistencia sanitaria prestada no se controló debidamente el flujo sanguíneo. Y esa falta de riego condicionó la isquemia del teste y sus lesiones evolutivas que no se revertieron antes de que se produjeran los daños permanentes.

Esther Jiménez Moragas, abogada del niño, subrayó que, si se hubiera actuado conforme a los protocolos médicos establecidos, el flujo sanguíneo al testículo podría haberse restaurado a tiempo para evitar el daño irreversible. Por el contrario, en este caso la falta de un diagnóstico precoz, la ausencia de un control adecuado del flujo sanguíneo y la demora en la actuación, fueron los factores determinantes para la pérdida del órgano tras evolucionar hacia una atrofia definitiva del testículo.

Por esta razón, el Juzgado tras reconocer la negligencia médica cometida en el diagnóstico y tratamiento de la torsión testicular, condenó a la Administración a indemnizar al menor con 49.000 euros para compensar el daño ocasionado.

Esta indemnización cubre tanto los daños físicos, derivados de la pérdida del testículo, como el impacto emocional y psicológico que esto ha tenido y seguirá teniendo en su vida futura, pues deberá vivir con las secuelas de haber perdido un órgano que, además de ser esencial para la función reproductiva, afecta a la autoestima y al desarrollo emocional de quien lo padece. La sentencia también incluyó los intereses legales acumulados desde el momento en que se presentó la demanda, reconociendo así el derecho del paciente a una compensación justa por el sufrimiento y las secuelas permanentes que sufre.

Este caso subraya la importancia de una actuación médica diligente y rápida ante cualquier sospecha de torsión testicular, una condición que, aunque tratable, puede tener consecuencias devastadoras si no se interviene a tiempo, a pesar de lo cual, sigue siendo hoy en día una de las mayores causas de reclamación y condena por negligencia médica en nuestro país.

La pérdida del testículo del bebé se produjo por una negligencia médica al no diagnosticar a tiempo la torsión testicular que presentaba. Por ello será indemnizado con 49.000 euros más intereses. La sentencia reconoce que el error asistencial fue la causa directa de la pérdida del testículo, ya que cuando el niño fue asistido en Urgencias ya presentaba síntomas de un cuadro clínico de escroto agudo, a pesar de lo cual no se actuó con la celeridad que el caso requería.

torsion-testicular-no-diagnosticada
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¿Necesita un abogado para reclamar por una torsión no diagnosticada?

La torsión testicular y la torsión ovárica son emergencias médicas que exigen una respuesta rápida y precisa. La negligencia médica en estos casos puede llevar a consecuencias graves e irreversibles para el paciente, incluyendo la pérdida del órgano afectado y la disminución de la fertilidad. Los derechos de los pacientes les permiten exigir una compensación si se demuestra que el daño fue resultado de una actuación negligente por parte del personal de salud.

Contar con la asesoría de un abogado especializado en negligencias médicas puede marcar una diferencia significativa en la obtención de una indemnización justa y adecuada. A su vez, el cumplimiento de medidas preventivas en los centros de salud es clave para garantizar que los pacientes reciban la atención oportuna que necesitan en estos casos.

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